Sevilla

La Semana Santa de Sevilla es sin lugar a dudas, la Fiesta Mayor de Sevilla y se lleva celebrando desde el Siglo XVI teniendo una fama universal. El sevillano de a pié la vive intensamente , tanto es así que cuando llega la Cuaresma , empieza a latir el corazón con más fuerza. Es un sentimiento que no se podría explicar (sientes como un niño el día de Reyes). La Semana Santa hay que sentirla con el corazón , vivirla , ese olor de incienso y el azahar que desprenden sus naranjos al florecer llegada la primavera , sus barrios y sus calles , la gastronomía durante los días de Jueves y Viernes Santo... La ciudad posee una tradición de cánones y directrices que han sido copiadas en muchas partes del mundo y en especial en Andalucía , salvo las ciudades de Málaga y Cádiz donde tienen sus propias costumbres y tradiciones conservadas por siglos hasta la actualidad. Es de decir que Jerez (Cádiz) se puede llamar por así decir la segunda Semana Santa Sevillana por la puesta en escena de sus imágenes en la calle , tanto es así que hasta el andar de sus pasos recuerdan y te llevan a la ciudad hispalense.

"Recuerda,pincha sobre la foto de la Hermandad que deseas, para acceder a los reportajes de la dicha hermandad."

Sevilla amanece entre palmas y ramas de olivo , mostrando sus mejores galas , la emoción crece cada segundo que pasa porque sabes lo que está por llegar...

Se abren las puertas del porvenir... un año más , bajo un cielo azul y nervios bajo el antifaz blanco. En el Salvador los niños entre inocentes risas y dulces juegos , corren en la rampa esperando la salida de su borriquita. En Molviedro se espera ante las puertas , un año más el milagro , de una salida que parece imposible. Al caer la tarde... en el otro lado del río , Triana pone la proa en Sevilla echando el ancla y conquistando corazones , trianeando siempre con el Señor de las Penas su madre la Estrella que más brilla en Sevilla. En San Juan de la Palma el silencio y la seriedad irrumpe en nuestros corazones ante la atenta mirada de Herodes... ¿quién se cree que es... para despreciar al que todo lo puede? La noche se hace oscura pero el Amor del Señor puede con todo.

Un día después de un intenso Domingo de Ramos nos viene la jornada del Lunes Santo donde los barrios son algunos de los protagonistas. Con sacrificio desde la lejanía, de San Pablo nos viene el señor cautivo que maniatado, nos observa con esos ojos verdes al igual que su madre Ntra. Sra. del Rosario. En Santiago entre ramas de olivo, un año más Sevilla es testigo de la traición más dulce, viendo como Judas besa al señor por unas míseras monedas y lo entrega, ante la atenta mirada de su bendita madre del Rocío. En Triana a las órdenes de Manuel Garduño, trianeando desde ese barrio de naranjos, nos viene el señor que ante la atenta mirada de crueldad de Caifás, nos trae esa manera de andar tan peculiar a los sones de armonía de esos ángeles que con sus cornetas, llenan el alma y el corazón de alegría. Cae la noche en la plaza del Museo... y en el madero el señor expira dando su vida y su amor por nosotros.

Martes Santo

Después de una intensa jornada de Lunes Santo, amanece el Martes Santo en el cerro, barrio humilde, esperando la salida de su cofradía. A las órdenes de Paco Reguera sale el señor clavado en la cruz, que todo su barrio y hasta Longinos se rinden ante Él , bajo la atenta mirada de su madre Ntra. Sra. de los Dolores. En la Calzá todo se prepara para que un año más, Sevilla observe y sea testigo con sus propios ojos, como Pilato presenta a su pueblo sevillano, al señor maniatado y azotado, con la mirada cabizbaja y humilde. Muy de cerca le observa su madre Ntra. Sra. de la Encarnación. En San Lorenzo cuando cae la tarde y el sol se esconde, todos somos testigos como el Señor es abofeteado por Malco injustamente ante Anás.

Miércoles Santo
Amanece en Sevilla y un día después de una larga jornada de Martes Santo, empieza el Miércoles Santo donde los barrios vuelven a ser protagonistas. En Nervión a los sones de Ntra. Sra. de Rosario de Cádiz , el señor en lo más alto del madero, hace deleite en los presentes y los vecinos del barrio, más tarde le seguiría bajo palio su madre María Stma. de Consolación. En un barrio torero, San Bernardo se prepara un año más para poner todas sus fuerzas para repartir Salud y refugio a los más necesitados. En el Arenal, somos testigos del dolor de una madre, como sostiene el cuerpo desu hijo sin vida en su regazo. Más tarde en la oscuridad de la noche, bajo un gran olivo natural, vienen a prender al redentor con sogas, cuerdas y antorchas, el señor se entrega después de ser traicionado por Judas, ante la atenta mirada de su madre María Stma. de Regla, radiante como siempre.