El regalo de Sevilla a la Iglesia



"La calle Amparo alberga el
origen de una devoción que se extendería a todas partes de España y del mundo"




✍️FRAN MARTÍN


Cuando aun no nos hemos repuesto de los cultos de la Virgen de los Reyes, las Glorias
de Sevilla ya miran para el próximo mes de Septiembre. Es un mes especialmente activo para
las cofradías de la ciudad, ya que supone el comienzo del nuevo curso cofrade, siendo este mes
el escogido para la celebración de los principales cultos de muchas de ellas.
Una de estas cofradías es señera por su propia vinculación con la religiosidad
hispalense, ya que su advocación nacería aquí, la Divina Pastora.

La calle Amparo alberga el
origen de una devoción que se extendería a todas partes de España y del mundo. Por todos es
sabido que el fundador de esta cofradía, fray Isidoro de Sevilla, es el que en el convento de
Capuchinos vio aparecerse a la Virgen vestida de pastora, iniciándose así la disputa por su
veneración. En tiempos de fray Isidoro, la adoración de María como una simple cuidadora de
ovejas supuso una herejía que fue rechazada de plano, pero gracias al empeño del fraile
capuchino y sus seguidores, consiguió establecer la primera hermandad en honor a la Divina
Pastora de las Almas, llegándose a vincular con la Casa Real cuando Felipe V y su familia
residieron en Sevilla, haciéndose miembros de la corporación.

Parece todo un milagro que el origen de una devoción tan extendida continúe viva hoy
en día, y más si se conocen los diferentes contratiempos que esta cofradía ha tenido que ir
superando a lo largo de los siglos XIX y XX. Es todo un privilegio que en el mes de Septiembre
pasee por las calles de la ciudad la única advocación iconográfica mariana genuinamente
sevillana. Desde que en estos últimos años, las glorias están empezando a revitalizarse y a
llamar la atención de nuevo a los grandes públicos de la ciudad, cada vez son más los sevillanos
y foráneos, los que salen al encuentro de la Divina Pastora, tal vez inconscientes de que están
ante el mejor regalo que le hizo la ciudad de Sevilla a la Iglesia Católica: María como Pastora de
las Almas.


TEXTO: Fran Martín - Redactor 

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